Puntarrón Chico

Recibe su nombre del gran pico del Puntarrón, imponente y majestuoso cabezo de piedra rojiza que se eleva junto a él hasta los 380 metros de altura y en cuya cima los musulmanes instalarían una guarnición para controlar este paso entre el Valle del Segura, el Campo de Cartagena y la Comarca del Mar Menor.

Ambos montículos, el Puntarrón Grande y el Puntarrón Chico, integrados en la Sierra de Cañisola, han constituido desde siempre unos relieves emblemáticos, casi mágicos, para todos los beniajanenses.

[1]​ La estratégica situación del Puntarrón Chico, en la que también destaca la existencia de un manantial documentado desde época romana y que hoy se conoce como "Mina del Agua", favoreció el asentamiento de los primeros pobladores de la zona, siendo éste el principal motivo por el que ha alcanzado fama.

Fue entonces cuando se hallaron los primeros restos del poblado, hasta entonces desconocido, cuya explotación arqueológica acabaría ofreciendo una rica y valiosa información sobre el modo de vida argárico.

Las dos únicas campañas arqueológicas desarrolladas en la zona, que tuvieron lugar en los años inmediatos al descubrimiento, ya mostraron evidencias de que el tamaño del poblado superaba el ámbito del Puntarrón Chico y probablemente se extendiera por toda la ladera del monte denominado "Picacho", llegando incluso hasta la parte alta del actual casco urbano de Beniaján.

El Puntarrón Chico, lugar del asentamiento
Vista del Puntarrón
Botijo Argárico de Beniaján