La denominación "Princess" estaba registrada por Austin Motor Company y era parte de su herencia en el grupo British Leyland, habiéndose utilizado para denominar a las versiones modificadas por el carrocero belga Vanden Plas de modelos Austin, desde el Sheerline hasta el BMC ADO16.
El cambio de denominación con el modelo recién aparecido no fue bien recibido por el público, que siguió considerando al Princess un modelo -oficiosamente conocido como Leyland Princess- y no una marca, situación que se repetiría años después con los Maestro y Montego al desaparecer la marca Austin.
El diseñador Harris Mann utilizó esta característica a su favor mediante la línea "wedge" -cuña- para BL, solo condicionada en este caso por el tamaño del voluminoso 2.2 que obligaba a un capó muy alto, disimulado mediante el gadget de la ocultación de los limpiaparabrisas y su desusada inclinación.
Tanto con las ópticas trapezoidadales, originalmente reservadas la versión Austin y posteriormente al motor 2200, como con los cuatro faros redondos el resultado fueron unas proporciones muy conseguidas, con una línea elegante y discretamente deportiva, inspirada vagamente en el diseño en cuña de algunos Alfa Romeo contemporáneos, como el Junior Zagato o el Alfetta GT.
Fue sustituido por un derivado directo -el Austin Ambassador- que le permitió mantenerse tres años más en el mercado