[9] Tradicionalmente se cree que los cristianos de Jerusalén esperaban las guerras judeo-romanas en Pella, en la Decápolis.
La ciudad fue el lugar donde a los seguidores de Jesús se les llamó por primera vez cristianos[25] y también es la ubicación del Incidente en Antioquía.
Fue el sitio de una iglesia primitiva, tradicionalmente se cree que fue fundada por Pedro, quien es considerado su primer obispo.
El Evangelio de Mateo y las Constituciones apostólicas pudieron haber sido escritos allí.
[28] Para el final de la época, Alejandría, Roma y Antioquía se otorgan autoridad sobre los cercanas obispados metropolitanos.
[30] Los primeros siete concilios ecuménicos se llevaron a cabo ya sea en Anatolia occidental o al otro lado del Bósforo, en Constantinopla.
Pablo buscó refugio allí, una vez que se alojó en la casa de Felipe el Diácono, y más tarde fue encarcelado durante dos años (estimado entre 57 a 59).
F. J. A. Hort y Adolf von Harnack han sostenido que el Credo de Nicea se originó en Cesarea.
[34] Damasco es la capital de Siria y se afirma que es la ciudad más antigua continuamente habitada en el mundo.
En tres ocasiones (Hechos 9:1-20, 22:1-22, 26:1-24), él describe como, liderando a los que lo acompañaban, fue cegado por una luz; entró a Damasco, donde recobró la vista por un discípulo llamado Ananías (quien, de acuerdo con la Enciclopedia Católica, se cree fue el primer obispo de Damasco) y luego fue bautizado.
(...) Parece que una comunidad cristiana se formó rápidamente, aunque durante un tiempo considerable no poseía una numerosa membresía.
La tradición popular nombra al Areopagita como el primer jefe y obispo de los atenienses cristianos.
Cuadrato es venerado por haber contribuido a la literatura cristiana primitiva escribiendo una apología, que se dirigió al emperador Adriano.
Otra ateniense que defendió el cristianismo por escrito a la vez un poco más tarde fue Arístides: su apología fue dirigida al emperador Marco Aurelio.
[49] Roma y Alejandría, que por tradición sostuvieron autoridad fuera de su provincia,[50] aún no se conocían como patriarcados.
Cartago, en la provincia romana de África, al sur del Mediterráneo, le dio a la iglesia primitiva los padres latinos Tertuliano[54] (c. 160-c. 220) y Cipriano[55] (m. 258).
Las principales ciudades son Arlés, Aviñón, Vienne, Lyon y Marsella (la ciudad más antigua de Francia).
Siracusa fue fundada por colonos griegos en el 734 o 733 a. C,, como parte de la Magna Grecia.
Muchas tradiciones se asocian con este episodio, y catacumbas en Rabat dan testimonio de una comunidad cristiana temprana en las islas.
La cruel persecución bajo Diocleciano, que era un dálmata por nacimiento, dejó numerosas huellas en la antigua Dalmacia y Panonia.
Es cierto que en el año 303, cuando las santas Justa y Rufina, las alfareras, sufrieron el martirio por negarse a adorar al ídolo Salambo, hubo un obispo de Sevilla, Sabino, que asistió al Concilio de Illiberis (287).
La cristianización se intensificó y evolucionó en el cristianismo celta después de que los romanos dejaron Gran Bretaña, c. 410.
Estratégicamente situada en las principales rutas comerciales del Creciente Fértil, era fácilmente accesible desde Antioquía, donde se inauguró la misión a los gentiles.
Cuando los primeros cristianos habían sido esparcidos a causa de la persecución, algunos encontraron refugio en Edesa.
El misionero Addai evangelizó la Mesopotamia (actual Irak) hacia la mitad del siglo segundo.
En la segunda mitad del siglo II, el cristianismo se había extendido al este a lo largo de Media, Persia, Partia y Bactria.
Después de varias invasiones fallidas, los nuevos gobernantes acordaron un tratado con Dóngola permitiendo la convivencia pacífica y el comercio.
A partir de ahí se dice que predicó el evangelio por todo la costa de Malabar, aunque las diversas iglesias que fundó se encuentran principalmente en el río Periyar y sus afluentes y en la costa, donde había colonias judías.
[69] Aunque poco se sabe del crecimiento inmediato de la iglesia, Bar-Daisan (154-223) informa que en su momento había tribus cristianas en el norte de la India, que afirmaban haber sido convertidas por Tomás y tener libros y reliquias para probarlo.
Durante todo el período que se examina, la iglesia en la India estaba bajo la jurisdicción de Edesa, que estaba entonces bajo el patriarcado de Mesopotamia en Seleucia-Ctesifonte y más tarde en Bagdad y Mosul.