Son pocos e inseguros los datos relacionados con su vida y actividad.
Mas no es segura, ni verosímil, según otros autores, la identificación de Panteno con la referida «abeja sícula».
Fue misionero y evangelizador de la India[2] (según algunos autores fue a la Arabia del Sur o a Etiopía), donde encontró, según parece, el Evangelio original de san Mateo (en hebreo-arameo).
Este criterio habría que aplicarlo al caso de Panteno.
56,2), le han atribuido la composición de algunos escritos, lo que puede tal vez explicarse porque determinadas tradiciones, más o menos auténticamente atribuidas a Panteno, parece ser que fueron publicadas por algunos de sus discípulos o tal vez por otros seguidores posteriores de la misma escuela alejandrina.
Dentro de las conjeturas se supone que Panteno habría transmitido algunas tradiciones locales palestinenses, tal vez con cierta influencia judeo-gnóstica, a Clemente, y que Clemente a su vez habría transmitido muchas tradiciones interpretativas y exegéticas propias de su maestro Panteno bajo la cita del presbítero en sus Hypothyposeis, obra perdida en su mayor parte.
Otros rasgos típicos de la escuela es su noble esfuerzo por encontrar, en lo posible, un modo de explicar los dogmas cristianos con teorías filosóficas griegas; esta actitud conciliadora, en sí fecunda, llevó, no obstante, a algunos representantes de esta escuela a proponer explicaciones poco acertadas.