En 1995 el premio se extendió a todo el conjunto de países hispanohablantes y ese mismo año fue galardonado el escritor español Javier Marías.
En 2005, el crítico y editor de la casa francesa Gallimard, Gustavo Guerrero, denunció en el diario español El País la elección de un jurado procastrista y prochavista, que favoreció a Isaac Rosa, escritor que apoyaba al régimen cubano.
Si en la primera edición el jurado estuvo conformado por trece críticos de trece países americanos distintos, en 2007 estuvo formado solo por cinco críticos de cuatro países (Venezuela, Cuba, Chile y Ecuador) y en 2013 por tres: dos especialistas en literatura hispana —el venezolano Luis Duno-Gottberg y el puertorriqueño Juan R. Duchesne Winter— más el laureado anterior, el argentino Ricardo Piglia.
[3] Con raras excepciones, como en 2005, el escritor de la última novela ganadora ha sido parte del jurado.
El ganador es decidido por mayoría de votos del jurado y el premio no puede ser decretado desierto.