Fernando Vallejo

[5]​[6]​[7]​ También es conocido por sus opiniones polémicas sobre distintos estamentos del poder, como las fuerzas armadas, la jerarquía católica y los partidos políticos.

Viajó a Europa y estudió cinematografía en Italia, en la Escuela Experimental de Cinecittá.

[21]​ Cinco meses más tarde, en octubre de 2007, afirmó que comenzaría los trámites para recuperar la ciudadanía colombiana.

En primera instancia, un juez había decidido que Samper y Vallejo debían ir a la cárcel, por lo que el novelista decidió iniciar los trámites para obtener la nacionalidad mexicana, porque consideraba una infamia la condena y no pensaba someterse a ella.

Su actividad como director y cinematógrafo, anterior a toda su obra literaria, dejó tres películas, dos de tema colombiano, pero producidas en México.

Vallejo es autor de la biografía del poeta antioqueño Porfirio Barba Jacob.

Mi hermano el alcalde (2004) ―novela inspirada en la figura de su hermano Carlos, alcalde del municipio de Támesis, en Antioquia―, describe irónica pero festivamente los rituales electorales sudamericanos: promesas irrealizables, votos comprados, electores fantasmas y compadrazgos.

[32]​[33]​ Vallejo también ha cultivado el ensayo: en 1983, el Fondo de Cultura Económica publicó en México Logoi: una gramática del lenguaje literario, un ambicioso proyecto investigativo sobre la escritura literaria, en el que resaltan puntos de vista originales y críticos sobre el lenguaje, su uso y sus límites; en La tautología darwinista (1998) intenta refutar la teoría darwinista de la selección y adaptación como causas de la evolución, que acepta pero teniendo como causa exclusiva las modificaciones que aleatoriamente pueden producirse en el ADN a nivel molecular, sin intervención ni influjo del medio ambiente ni de ninguna causa exterior.

Como narrador ofrece una visión insolente, iconoclasta, negra y profundamente pesimista del mundo.

En principio debería haber sido publicado por Santillana, la editorial del Grupo Prisa, pero esta le pidió que eliminara «referencias antimusulmanas, por miedo a las represalias.

Él se negó y fue a Planeta, que la publicó tal como la escribió.

El gran amor de su vida son los animales y su única causa es su defensa.