Es un estimado del número de personas que vivieron en esa época, la población es un muy importante factor a considerar para la historia La demografía en la Edad Media se divide en distintos períodos, basados en los escritos de esa época y la arqueología: Con la caída del Imperio romano de Occidente vino una fuerte caída de población debido a las malas cosechas, las invasiones germanas y las constantes guerras entre los distintos estados que surgieron en lo que fue el imperio.
Esta reducción tan drástica se debió a las constantes guerras feudales producto de la división interna del país.
Pero tras la unificación del país la población creció al 1300 en 5 o 7 millones de personas.
La península ibérica fue la única región europea ocupada por los musulmanes de manera permanente durante el medievo.
Tuvo más importancia en la heterogeneidad étnica: árabes, sirios, egipcios y bereberes, que en los aportes de población efectivos.
Además, la Reconquista no favoreció un clima de paz en el que la población creciese sin trabas.
Aunque en ocasiones, en las tierras conquistadas, se expulsaba a los habitantes para permitir el asentamiento de forasteros.
Los condes y los reyes pretendían fijar colonos cristianos en las nuevas tierras conquistadas para asegurarse su dominio.
Este impulso se vio favorecido por un incremento, lento pero continuo, de la población cristiana.
En general, hay demasiado espacio para repoblar, por lo que surge la gran propiedad y la agricultura extensiva.
Algunas poblaciones, creadas para colonizar ciertas zonas, fracasaron, al ser tierras pobres; otras fueron abandonadas, principalmente tras la conquista de Toledo en el 1085.
En esta época el camino de Santiago es una zona pacificada, y la población se asienta en su entorno; sobre todo emigrantes francos.
En las tierras conquistadas permanecían los moriscos, pero con frecuencia fueron expulsados, sobre todo tras las rebeliones (1264 en las Alpujarras).
Su crecimiento sería escaso, debido al hambre, las revueltas internas y las guerras.
Los fenómenos migratorios son intensos, como la llegada de mozárabes a León durante del siglo X.
A finales del siglo XIII, cuando solo queda Granada, la población sería de unos 5 500 000.
Durante la conquista islámica la población persa se redujo bastante, la población de etnia persa, siempre minoría en el imperio, son máximo 4,5 millones en el año 1000 y era de 2,5 a 6 millones cuando llegaron los mongoles.
La población del imperio bizantino llegó a los 30 millones de personas (4,5 millones eran hombres adultos o ciudadanos)[1] en su época de mayor extensión con Justiniano I en el siglo VII, pero esta se redujo enormemente al perder Egipto, Siria, Magreb e Italia a manos de los musulmanes y lombardos en el siglo siguiente.