La presura o aprisión (en latín aprisio) es una forma de apropiación territorial que se dio en los reinos cristianos peninsulares medievales.
[1] La palabra presura y sus variantes (pressuaras, apresura, adpresuras, presiones, presuria, appresura, presone)[2] derivan de prendo (tomar, apropiar).
La presura aparece a menudo asociada al término scalio y sus derivados (scaliare, escaliare, escalicare, escalidare, excalidare, scalidare)[3] que significan roturar, desbrozar un terreno.
Se pueden sistematizar los estudios sobre este fenómeno en tres grupos: la explicación vinculada a la Reconquista y repoblación, las propuestas relativas a la aculturación de los pueblos del norte y las nuevas tendencias surgidas desde mediados de los años noventa del siglo XX.
[6] Estos autores definen la presura como la fórmula que permite colonizar el yermo, es decir, las tierras despobladas tras el dominio islámico y la conquista cristiana.
La espontánea se realiza por campesinos o comunidades monásticas sin contar en un principio con el beneplácito de la monarquía.
[12] Por su parte, Roland Viader, Juan José Larrea y Álvaro Carvajal, además, sostienen que las presuras son mecanismos integrados dentro de las lógicas comunitarias en el marco local.