[5] La Plaza México se construyó por iniciativa del empresario yucateco de origen libanés Neguib Simón.
Se hablaba en 1946 que los costos de los boletos para el festejo inaugural nunca habían sido vistos.
Por ello, en la época se le auguraba un escaso éxito al proyecto por sus magnitudes colosales.
En 1936 los diestros españoles se negaron a torear con Fermín Espinosa Armillita Chico en Madrid y otras plazas españolas, el diestro mexicano y Marcial Lalanda, entonces Presidente de la Asociación de Matadores, culminaron la polémica al romper la relación taurina entre España y México cuando los toreros mexicanos fueron expulsados de España.
Los diestros debían confirmar la alternativa en la primera plaza del país, La Monumental de México, así como acatar sus normas dentro de los ruedos tales como la forma de cambiar los tercios, quitarse la montera en determinadas ocasiones o dar la vuelta al ruedo para recibir el reconocimiento del público en sentido contrario al recorrido que se realiza en España.
El primer toro era Jardinero, número 33, cárdeno oscuro caribello, al que le abrió la puerta de toriles José Medina.
“Manolete” cortó una oreja al ejemplar corrido en segundo lugar, llamado Fresnillo, negro, número 14.
Para tan señalada ocasión el Monstruo de Córdoba vistió con colores tabaco y oro.
Luis Procuna cortó la segunda oreja, primera para un torero mexicano, al tercero de la tarde llamado Gavioto, negro, número 55.
"Gallito", negro, número 15, fue lidiado en cuarto lugar; Peregrino, quinto de la tarde, fue devuelto.
“Manolete” dio vuelta al ruedo a pesar de haberlo pinchado hasta en cuatro ocasiones.
Esa tarde inaugural fue ocupado por Carlos Zamora, juez, y Rosendo Béjar, quien cambiaba las suertes.
Silverio cortó orejas y rabo, el primero de la plaza, a "Barba Azul".
Hicieron el paseíllo “Manolete”, Luis Procuna y Rafael Perea “El Boni”, que confirmó su alternativa.