Esta conífera, que puede alcanzar los 30 m de altura, crece ampliamente por toda Eurasia.
El pino silvestre es un árbol muy común en el hemisferio norte, extendiéndose por Eurasia en regiones relativamente frías.
Se encuentra catalogado como una "especie invasora" en algunas zonas norteamericanas como Ontario y Wisconsin.
El pino silvestre también se cultiva para fines ornamentales en parques y jardines de Europa, así como para la reforestación.
Indicado para afecciones respiratorias: gripe, resfriados, sinusitis, faringitis, laringitis, traqueitis, bronquitis, asma.
Cistitis, uretritis, prostatitis, reumatismo (en uso interno y externo), gota, heridas, parodontopatías, vulvovaginitis.
En el parque natural de Redes (Asturias), perduran pies aislados en su piso superior.
Diversos autores han planteado el colapso del urogallo cantábrico como consecuencia a medio plazo de la erradicación de las masas autóctonas de pino silvestre en la cordillera Cantábrica, al resultar subóptimos los bosques caducifolios y exponerle a mayores riesgos naturales a estas tetraónidas por su escasa cobertura foliar.
Las repoblaciones efectuadas desde el siglo XIX han buscado cambiar esta destrucción antigua, con algunos logros importantes.
Pinus sylvestris fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 2: 1000.