Pierre Drieu La Rochelle

[3]​ Durante su juventud fue lector de autores como Friedrich Nietzsche, Thomas Carlyle, Rudyard Kipling o Walt Whitman.[8]​ Descrito como un hombre «muy promiscuo»[12]​ y «mujeriego»,[13]​ aunque desconfiado del establecimiento de relaciones que implicaran intimidad emocional,[12]​ llegó a ser amante de la escritora argentina Victoria Ocampo,[14]​ —a quien conoció en 1929— para más tarde[15]​ mantener una gran[16]​ amistad con ella.[17]​ Drieu colaboró a lo largo de su vida en publicaciones como Derniers Jours,[a]​ Europe Nouvelle, La République, Je suis partout, Le Figaro, Émancipation nationale,[19]​ La Nouvelle Revue Française[b]​ o Révolution Nationale,[c]​ entre otras.[33]​ Durante esta última etapa de su vida leyó a Shakespeare, Samuel Taylor Coleridge y Lord Byron.[54]​ Fue un firme defensor del colaboracionismo con el Tercer Reich,[55]​ mas con ciertas reservas hacia la figura de Adolf Hitler.[57]​ Tras la liberación de París, durante el periodo en el que permaneció escondido,[37]​ al parecer se sintió atraído por el budismo,[37]​ el esoterismo, el ocultismo[58]​ y el misticismo hinduista.[61]​ También se ha señalado una «fascinación por el suicidio y la muerte»,[16]​ así como la aparición en algunas novelas suyas de referencias antisemitas.