Piedras de Ica
[1] Estas piedras se caracterizan por estar grabadas con supuestos antiguos dibujos de dinosaurios y artefactos tecnológicos avanzados.Las imágenes varían desde dibujos simples en un lado del guijarro, hasta diseños de gran complejidad.Algunos de los diseños aparecen en estilos que pueden asociarse como pertenecientes a las culturas Paracas, Nazca, Tiwanaku, Ica o Inca.[5] Otras parecen ilustrar escenas[7][8] que serían anacrónicas en el arte precolombino, como dinosaurios, operaciones médicas avanzadas y mapas.[11] Se sucedieron excavaciones en la provincia de Ica a finales del siglo XIX y principios del siglo XX conducidas por eruditos como Max Uhle, Julio C. Tello, Alfred L. Kroeber, William Duncan Strong y John Howland Rowe.[5] En 1961, el desbordamiento del río Ica propició que salieran a la luz numerosos restos arqueológicos, entre ellos cerámicas, fósiles paleontológicos y piedras grabadas.Igualmente, Cabrera también dijo haber encontrado en seguida otro proveedor, llamado Basilio Uchuya Mendoza (1935-2003).Las piedras representan una amplia variedad de escenas: dinosaurios, tecnología avanzada, cirugías, mapas, y hasta pornografía.Si bien estas escenas pueden ser ambiguas, muestran conocimientos de cosas que, según la ciencia moderna, son totalmente anacrónicas (ver oopart).Según la historia descrita por Cabrera, esta raza habría llegado hace mucho tiempo, el suficiente como para coexistir con los dinosaurios, y creó genéticamente al hombre moderno.Algún tiempo después, se habrían marchado a otro planeta, antes de que ocurriera alguna catástrofe planetaria.[1][17] En marzo del mismo año el Instituto de Química-Física Rocasolano del CSIC dató por carbono 14 otra piedra asociada a un manto, encontrada en Cerro Blanco (La Peña), fechándola en el siglo VI o VII.[18] Según se dice, estas piedras fueron encontradas en cuevas y corrientes de agua.Además, los lugares donde supuestamente se hallaron no han sido revelados, con lo que tampoco es posible averiguar su edad basándose en su estrato geológico.Así, no fue castigado, y siguió vendiendo las piedras a los turistas como baratijas.Sin embargo estos indicios al no ser probados no han valido para despertar el interés de la comunidad científica para que se investiguen nuevamente estos hallazgos arqueológicos que ya fueron identificados como fraudulentos.Por ejemplo, algunas de estas piedras representan escenas en las que humanos practican cesáreas a dinosaurios y otros reptiles, siendo que estos son ovíparos, o se muestran dinosaurios sauropodomorfos atacando y devorando a seres humanos, cuando en realidad estos eran herbívoros.