Picarón

Su origen se encuentra en los buñuelos españoles —una preparación muy antigua de la cocina mediterránea con posteriores influencias moriscas— que consumían los conquistadores.Con la colonización española de América, la preparación de diferentes masas fritas se extendió a las diferentes latitudes del Imperio español, creando variantes a nivel local con base en los ingredientes y costumbres que existían en cada territorio.[1]​ Actualmente es uno de los postres limeños más populares, celebrándose festivales y concursos cuya temática gira en torno a este buñuelo.En un carta fechada en 1826, Adriana Montt y Prado (1748-1828) escribe sobre la comida en su casa a la que ha invitado al almirante Manuel Blanco Encalada, donde figuran «[...] morocho con leche, mote con o sin azúcar, sopaipillas, picarones, empanadas [...]».[17]​ Se comen calientes y de manera habitual en invierno a la hora del té (llamada «las once» en dicho país).
Mulata o negra preparando buñuelos (o picarones) en Lima hacia 1850 (acuarela de Pancho Fierro )