Periodo tardío de Egipto
Su padre, Necao I, también gobernador, había muerto luchando a favor de Asurbanipal contra los kushitas.Esto último ya lo había utilizado la dinastía kushita precedente, pero mientras ellos tenían como dios tutelar a Amani (el tebano Amón), Psamético I revitalizó los cultos relacionados con el mito de Osiris.Menfis también se vio beneficiada; en textos griegos (Heródoto) la encontramos ejerciendo gran influencia y vemos el culto del buey Apis, que practicaban sus sacerdotes, en pleno apogeo.Lo mismo pasaba en el comercio: mientras que el Alto Egipto quedaba en segundo plano, las ciudades del delta vivían un período de gran prosperidad.Además se dio impulso a la ruta comercial del mar Rojo, que unía Egipto con Arabia y probablemente la India.La Cirenaica (por el contrario del resto de Libia) era una región destacada por su fertilidad, por lo tanto sus colonos se dedicaban a la agricultura y al comercio.Neko II pudo contener las campañas de este soberano en su propio país, pero la ofensiva quedó en suspenso.Tiro tenía vital importancia comercial, resultando ser un punto clave para la hegemonía que quería establecer Egipto en el Levante y para la expansión babilónica.En el primer período del reinado Ahmose II los asuntos exteriores asiáticos quedaron en segundo plano, concentrándose en la política interna y en la relación con los griegos.Cambises derrotó a Psamético III en Pelusio (525 a. C., ciudad situada en el brazo más oriental del Nilo) y luego tomó Menfis.Estallada una rebelión encabezada por el mago (sacerdote medo) Gaumata, Cambises regresó a Asia, dejando en Egipto como gobernador o sátrapa al persa Ariandes.Darío reabrió el canal que unía el mar Rojo con el delta del Nilo (abierto por primera vez durante el Imperio Medio), promoviendo el comercio hacia Persia, Mesopotamia y probablemente la India, vía Océano Índico, dando gran prosperidad a las ciudades del delta.Si bien el tributo (en trigo o en oro) era bastante mayor en Egipto que en otras regiones del imperio, asimismo lo eran la riqueza y tamaño de la provincia.Las principales guarniciones militares se situaban en Pelusio (oeste del delta), Menfis y Elefantina (Alto Egipto); en esta última había una gran cantidad de soldados judíos, quienes poseían además importantes comunidades en la misma Elefantina y en el Bajo Egipto.Aun así, Egipto logró mantener su independencia durante sesenta años e incluso realizar ofensivas, debido en gran parte a las rebeliones y crisis dinásticas por las que pasaba frecuentemente el Imperio.Si bien hubo enfrentamientos anteriores, Egipto no fue atacado hasta el reinado de Acoris (385-383 a. C.), resultando los persas derrotados.Los reyes egipcios realizaban alianzas, ofensivas o defensivas, con las ciudades-estado de Grecia, primero con Esparta, luego más frecuentemente, con Atenas.Esta se hace más patente durante el reinado de Teos (362-360 a. C.), quien realizó una campaña contra las posesiones persas de Palestina y Fenicia, pero su sobrino Nectanebo II se rebeló en Egipto y el propio Teos recibió asilo en la corte persa.