Tras participar con varios ministros en el Gobierno italiano, fue expulsado de este en 1947 para facilitar que Italia ingresara en el bloque pro-estadounidense y años más tarde en la OTAN.
Dos años después de la caída del bloque socialista, se autodisolvió en su XX Congreso.
Los líderes de esa corriente eran Amadeo Bordiga y Antonio Gramsci, que abandonaron la sala del Teatro Goldoni, donde se celebraba el XVII Congreso del PSI, convocando un Congreso Constituyente junto al teatro San Marco.
Los activistas comunistas también se involucraron en los Arditi del Popolo (AdP), una organización antifascista no partidista destinada a rechazar las expediciones punitivas fascistas.
La resistencia al régimen de Mussolini mediante la acción clandestina fue llevada a cabo principalmente por los militantes del Partido Comunista.
En la primera etapa de la nueva República Italiana, el liderazgo del PCI viene dado por Palmiro Togliatti.
[10] En 1947, durante el Día del Trabajador, criminales abrieron fuego contra una reunión de campesinos comunistas, matando a once personas.
Hubo un primer intento en 1977, con la mediación del comunista Giorgio Amendola y Ugo La Malfa, político centrista.
Sin embargo, Berlinguer decidió retirar este apoyo al incluirse en el gobierno anticomunistas declarados como Antonio Bisaglia.
La situación volvió a cambiar cuando el mismo día que debía votarse una moción de confianza, Aldo Moro fue raptado (y posteriormente asesinado) por las Brigadas Rojas.
Se suponía que, al elegir nuevo presidente, el primer ministro Giulio Andreotti dimitiría.
Sandro Pertini fue elegido presidente por una amplísima mayoría en el Parlamento, ya que agradaba a todos los sectores políticos.
De este modo se acaba con la etapa del compromiso histórico y el PCI no volvería a participar en ningún gobierno.
Observando la crisis de la URSS, Occhetto ve oportuno convocar un Congreso para dar vida a un nuevo partido.