El Panteón de Belén está abierto al público solo para visitas guiadas diurnas y nocturnas.
[4] El siguiente obispo, José Miguel Gordoa y Barrios, tampoco logró la construcción del camposanto.
El obispo Diego de Aranda y Carpinteiro inició la construcción del cementerio proyectado por fray Antonio Alcalde en 1848 contratando al arquitecto tapatío Manuel Gómez Ibarra, quien lo terminó en 1850.
La pareja desesperada decidió que era mejor morir juntos para así lograr unirse.
Con el tiempo la guirnalda se convirtió en piedra, y la señora lo vio como una señal del perdón de la pareja.
Después de su muerte mucha gente acudía a su tumba, primero para ofrecer sus condolencias y luego para pedir ayuda para sanarse.
Volvieron a enterrarlo, pero el suceso se repetía todos los días hasta que sus padres y las autoridades decidieron dejar su tumba afuera e iluminada.
Cada cuando salía siempre aparecían animales muertos y pronto empezaron a morir humanos también.
Logró huir por un momento pero los pobladores no desistieron y llegaron hasta su hacienda.
El árbol ha roto su tumba y la leyenda cuenta que el día que se rompa por completo la tumba o sea derribado el árbol se llevará a cabo la venganza del vampiro.