El hospital fue obra del ilustre obispo Antonio Alcalde y Barriga.
En 1771 se mudó a Nueva Galicia para servir como obispo de Guadalajara.
La miseria del pueblo es casi siempre madre de las enfermedades y esta verdad hace más respetable el motivo de Alcalde al fundar su hospital afirmando que «la salud del pueblo es la suprema ley».
[2] Puso en práctica su filosofía creando ambiciosas obras para ayudar al pueblo.
También mandó a construir 158 casas cerca del Santuario de Guadalupe que serían conocidas como «las cuadritas».
Todo ocurrió un poco antes de su fallecimiento y la conclusión del hospital.
[5] A finales de los ochenta se inaugura en la calle Salvador Quevedo y Zubieta, el Hospital General Escuela, actualmente conocido como Nuevo Hospital Civil de Guadalajara Dr.