El templo es catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su preservación.
Cabe mencionar que esta iglesia estaba a lado de la plaza mayor original de la ciudad, que posteriormente se nombró Plaza de San Agustín por el convento homónimo y ahora se conoce como la Plaza Fundadores.
Dado que la antigua catedral estaba destruida, los dominicos quisieron reconstruir la iglesia y construir un gran convento.
Tenía dos coros, una alta y baja, como era típico de los conventos es esos tiempos.
El claustro del campo fue demolido para abrir la avenida de la Independencia.