Paltas

Se estima que el pueblo palta antes de la invasión inca tenía unas 100.000 personas.

Esto, que se venía planteando como una simple hipótesis, entre otras, hasta mediados de la década pasada, por diversos investigadores[1]​ tiene amplia aceptación.

Los paltas constituyen una cultura eminentemente agraria que tenía la base principal de su alimentación en el maíz y la yuca.

El maíz y la agricultura bien manejados permitieron que estos pueblos se desarrollaran.

El maíz alimentaba por igual a todos los habitantes de la nación palta: (sacerdotes, comerciantes, soldados, mineros, agricultores).

La lengua de los paltas, no hay duda, estuvo emparentada con la lengua hablada por los pueblos jíbaros asentados en los territorios que actualmente constituyen la provincia de Zamora Chinchipe y fuertemente influida por el idioma quechua-andino, pero mantenido siempre por su identidad.

Según las crónicas de Miguel Cabello Valboa los saraguros quedan incluidos entre las etnias paltas.

En este valle se desviaba del camino real paro continuar hasta Loja.

o sea la que se extiende pasado el río del Catamayo adelante cuando uno viene de Loja Colonial, o sea a la orilla izquierda del Catamayo: corresponde sin duda alguna a la de Gonzanamá, Cariamanga.

Galo Ramón, por su parte, ubica a los Calvas en Cariamanga, Gonzanamá, Amaluza, Sozoranga y Macará.

O sea, que se corresponden con los cantones Gonzanamá, Quilanga, Espíndola, Calvas, Sozoranga y Macará, cubriendo un área equivalente a más o menos la tercera parte de la extensión de nuestra provincia.

Por su extensión, se trata del segundo cacicazgo más importante de la nación palta.

Ella considera solamente cinco grupos: Chaparros, Garrochambas, Ambocas, Malacatos y Calvas.

Ningún documento del período (Colonial temprano les otorga una delimitación geográfica más o menos precisa.

Galo Ramón, en cambio, los ubica “en Catacocha, Celica, Pózul, Puyango, Pindal y Zapotillo”.