Los objetivos de la 11.ª División Blindada británica se fijaron en: Soliers, Hubert-Folie, Saint-Martin-de-Fontenay y Fontenay; Garcelles-Secqueville era el objetivo de la 7ª División Blindada; mientras que los Guardias debían atacar entre Cagny y Vimont.
El ataque aliado se enfrentó desde el primer momento a determinados problemas: los blindados debían atravesar el río Orne, así como el canal de Caen, para alcanzar el propio campo de batalla, pero un movimiento prematuro hubiese alertado a los alemanes.
Retrospectivamente, hoy en día podemos concluir que las unidades blindadas desencadenaron el ataque demasiado tarde: varios miles de tanques se vieron frenados por el cuello de botella que suponían tres únicos puentes sobre el río Orne.
Durante un corto período, los defensores alemanes no eran sino un conjunto de grupos dispersos, cuyos efectivos habían quedado seriamente afectados por los bombardeos, y cuyos componentes eran hombres aturdidos y con escasa capacidad de resistencia.
Para cuando el avance alcanzó la línea férrea Caen-Vimont, los alemanes ya se habían reagrupado.