Nicolás de Prato

El papa Benedicto XI fue particularmente cercano a Albertini, con quien había vivido largo tiempo en el mismo claustro.

Fue más tarde el principal juez del juzgado que exoneró al fraile dominico, Bernardo da Montepulciano, del cargo de asesinar a Enrique a través de una hostia envenenada en una misa.

También hizo generosas donaciones a casas de religión y para que se erigieran iglesias.

Obtuvo para su orden el cargo de Maestro del Sacro Palacio, que ha mantenido desde entonces un fraile dominico.

Uno es un tratado sobre el Paraíso, y el otro la forma en que se deben celebrar asambleas de obispos.