Cardenal

Quienes lo reciben se convierten en miembros del Colegio Cardenalicio y son «creados» en una ceremonia especial llamada consistorio público.En circunstancias habituales, el deber fundamental del Colegio Cardenalicio es aconsejar al papa.La constitución apostólica In nomine Domini, promulgada por el papa Nicolás II en 1059 limitó la potestad de elección a los cardenales romanos que fueran obispos.En 1179, el papa Alejandro III (constitución apostólica Licet de vitanda discordia) extendió a todos los cardenales este derecho.Igualmente las más importantes cortes europeas forzaban el nombramiento de determinados cardenales para que gestionaran en Roma sus respectivos intereses.Estos hombres eran cardenales no por sus funciones religiosas sino porque permitían que sus reyes les pagasen con los impuestos eclesiásticos.En teoría, el papa puede sustituir al Colegio Cardenalicio por otro cuerpo de electores en cualquier momento, aunque para ello habría que modificar el Código de Derecho Canónico (capítulo III, cánones 349 y ss.).Sin embargo, este no puede reunirse más que a petición del papa.Con todo, acostumbra a saltar la sorpresa: en 2005 el elegido fue Joseph Ratzinger, precisamente uno de los dos que no habían sido nombrados cardenales por Juan Pablo II, sino por el antecesor de su antecesor, Pablo VI.La púrpura cardenalicia (de color púrpura escarlata) es conferida por el romano pontífice en unas ceremonias llamadas «consistorios», para que los elegidos puedan participar de la elección del sucesor del papa, actuando colegiadamente en caso de sede vacante o para actuar como asesores en distintas materias que sean importantes para el papa.Según el canon 351.1 del Código de Derecho Canónico de 1983 vigente, los promovidos al cardenalato deben ser varones libremente elegidos por el sumo pontífice, que hayan recibido el orden del presbiterado y que se hayan distinguido notablemente en doctrina, costumbres, piedad y prudencia en la gestión de sus asuntos.El padre Dulles solicitó del papa Juan Pablo II la dispensa de la consagración episcopal debido a su avanzada edad, pues ya contaba al ser creado cardenal con más de 80 años y su salud era precaria.En el consistorio del 28 de noviembre de 2020 fue creado cardenal diácono el predicador pontificio, Raniero Cantalamessa, franciscano capuchino, que solicitó y consiguió del papa Francisco no ser consagrado obispo.Es el caso del suizo Gilberto Agustoni, creado cardenal diácono de Ss. Urbano e Lorenzo a Prima Porta en 1994, quien en 2005 optó por el orden presbiterial, siendo su diaconía elevada a "título" pro illa vice (solo por esta vez).Las sedes episcopales suburbicarias son: Ostia, Velletri-Segni, Frascati, Porto-Santa Rufina, Albano, Palestrina y Sabina-Poggio Mirteto.Como las sedes suburbicarias son siete y los cardenales obispos son solo seis, el decano adopta el título de cardenal obispo de Ostia además del propio que ya tenía asignado con anterioridad (canon 350.4).Esto ocurrió por última vez en 1831 cuando fue elegido papa Gregorio XVI, quien no era obispo al momento de su elección.[5]​ Son los cardenales a los que les ha sido asignada la titularidad de una diócesis o arquidiócesis importante en cualquier parte del mundo.Tanto S. Roberto Bellarmino como SS. Nome di Maria in Via Latina o S. Balbina son templos parroquiales existentes en la ciudad de Roma.Acostumbran a ser adscritos al orden diaconal los cardenales que no ostentan una jurisdicción episcopal ordinaria, sino que ocupan altos cargos en la Curia Romana, en el Estado de la Ciudad del Vaticano o bien han merecido la púrpura por haberse distinguido en otros campos.Un ejemplo reciente, además del ya citado caso del P. Avery Dulles S.J., es el del padre Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, cuya importante actividad se ha desarrollado no en diócesis concretas, sino por todo el mundo al servicio de la diplomacia de la Santa Sede, y que en 2006 fue nombrado cardenal diácono de Santa Maria in Portico.Su hábito coral consta de: El color rojo simboliza la disposición del cardenal a morir por su fe.En algunos casos, suele usarse en ciertas liturgias solemnes un roquete encima de la sotana negra, aunque es más común usarlo con la roja.si no son obispos y Su Eminencia Reverendísima (o S. E. R.) cuando se trata de un cardenal que es obispo o arzobispo al mismo tiempo, aunque en ocasiones se utiliza también la fórmula "Eminentísimo y Reverendísimo Señor" (Emmo.La etimología (origen) de la palabra viene del latín cardo, -inis, que significa «bisagra».Para su nombramiento, según el Código de Derecho Canónico, se eligen varones destacados por su sabiduría (doctrina), costumbres (coherencia de vida), piedad (oración y relación experiencial con Dios) y prudencia (buen actuar, discernimiento, decisiones acertadas).Si no tienen diócesis asignadas a su cargo, y trabajan en la Curia o en las Congregaciones romanas ayudando al papa en el gobierno de la Iglesia Universal, deben residir en la Ciudad del Vaticano.Significa la sangre derramada del Cordero, y ellos como servidores (siervos) del Cordero de Dios se revisten de rojo y significa que deben estar dispuestos a defender con sangre a la Iglesia.
Cardenales con el hábito coral
Retrato del cardenal Colonna (1532), influyente eclesiástico en la Italia del siglo XVI .
Retrato del cardenal Cisneros , influyente hombre de Estado en la España del siglo XVI .
«Un cardenal», estudio al lápiz de Mateo Balasch .
Escudo de cardenal indicado por el capelo (sombrero de ala) con quince borlas dispuestas en cinco órdenes a cada lado, todo de gules (el lema y las armas son propias de cada cardenal, así como el báculo con una o dos cruces según este sea obispo o arzobispo ).
Vestimenta de diario de un cardenal
Hábito coral de un cardenal