Nicolás Megía Márquez (Fuente de Cantos, 1845-Madrid, 1917)[1] fue un pintor español del siglo XIX.
Más tarde fue pensionado por la Diputación de Badajoz en Roma y París, desde 1872 hasta 1880.
Sin embargo, es necesario distinguir la obra de carácter oficial de su otra producción más íntima, donde la creatividad del pintor, en plena libertad, supera la mera calidad técnica del oficio aprendido.
La salida a Europa, gracias a la pensión de estudios de la Diputación de Badajoz, le supuso el contacto directo con las obras maestras del pasado, pero también con grandes artistas contemporáneos, Fortuny en Roma, Meissonier y Léon Bonnat en París, y con los movimientos renovadores del momento, los macchiaioli italianos y el impresionimo francés, cuyo conocimiento dejó constancia, aunque leve, en su obra.
Tras el fallecimiento del pintor, su hija trasladó el estudio, con la colección personal, a la localidad pacense de Monesterio.