Nikolái Gógol

[6]​[7]​ Cultivó varios géneros, pero fue notablemente conocido como dramaturgo, novelista y escritor de cuentos cortos.

Su obra más conocida es, probablemente, Almas muertas, considerada por muchos como la primera novela moderna en lengua rusa.

En 1831, conoció a Aleksandr Pushkin, que le ayudó en su carrera como escritor y se hizo amigo suyo.

[17]​ Escribió diversos relatos breves cuya acción transcurre en San Petersburgo, como La avenida Nevski, el Diario de un loco, El capote y La nariz.

Tras volver de Jerusalén, Gógol decidió abandonar la literatura para concentrarse en la religión, bajo la influencia del sacerdote ortodoxo Padre Konstantínovski.

Relata el poeta argentino Luis Tedesco: Gógol un hombre perfectamente instalado en la corte zarista había escrito Almas muertas como un feroz fresco sobre sus contemporáneos pudientes.

Gógol falleció allí mismo en su alcoba, mentalmente muy enfermo y con un gran deterioro físico.

Sin embargo, al final de su vida, estos mismos reformistas lo veían como una figura reaccionaria y patética, perdida en el fanatismo religioso.

[18]​ Dichos estilos y temáticas fueron progresivamente abandonadas por Gógol para explorar con mayor profundidad el "realismo fantástico" que se manifiesta con mayor notoriedad en Historias de San Petersburgo o Novelas cortas peterburguesas, [19]​ publicadas entre 1835 y 1852.

La influencia de Gógol se aprecia en escritores como Yevgueni Zamiatin, Mijaíl Bulgákov o Andréi Siniavsky (Abram Terts).

En 2009, el Banco Nacional de Ucrania emitió una moneda conmemorativa dedicada a Gógol.

[24]​ Se han bautizado calles con el nombre de Gógol en varias ciudades, como Moscú, Sofía, Lípetsk, Odesa, Mýrhorod, Krasnodar, Vladímir, Vladivostok, Penza, Petrozavodsk, Riga, Bratislava, Belgrado, Harbin y muchas otras ciudades.

Gógol en el monumento del Milenario de Rusia .
Portada de la primera edición de El inspector . 1836.
Portada de la segunda edición de Almas muertas . Poema. 1846.