Monasterio de Nuestra Señora del Monte Calvario
Ella sabía que sin asistencia espiritual, el nuevo convento corría peligro.Las monjas tenían unas rejas que daban a la iglesia y así podían oír misa; esas rejas daban a la capilla donde estaban enterrados los familiares de Catalina de Jesús y su hermana María, hermanas fundadoras.Alonso pretendía cerrar esas rejas y llevó la causa al consejo de Órdenes.El pueblo vio injusta tal medida, y Alonso de Montalvo comentó con reto: Dentro de tres días se cerraran esas rejas o mis ojos, y al tercer murió ese señor ante el asombro de todos.Aunque anular la provisión que se despachó al consejo de Órdenes siguió adelante un largo pleito.Así tuvo la priora para ir sufragando los pleitos y para dar los 400 ducados que costó el cortijo de La Corenzuela y acondicionarlo como convento para poder residir allí los frailes.Fue necesario repartir parte de los muebles que el convento tenía con la nueva adquisición, que paso a llamarse desde entonces Monasterio de Nuestra Señora del Monte Calvario.Allí encontró esa paz espiritual que él buscaba.