[2] Al proclamarse la Segunda República, se retiró voluntariamente del Ejército, disconforme con el nuevo régimen.
[3] Tras adherirse plenamente a la causa tradicionalista,[1] estuvo implicado en la llamada «Sanjurjada» del 10 de agosto de 1932 en Sevilla, por cuyos hechos padeció prisión en Sevilla y Guadalajara, donde coincidió y trabó amistad con el general Varela.
La columna Redondo, que se haría famosa, asaltó Ronda tras haber enlazado con la de Varela en Cuevas del Becerro.
[3] Sobre su actuación en los primeros meses de la guerra el padre jesuita Bernabé Copado escribió en 1937 el libro Con la columna Redondo: combates y conquistas.
Junto con Juan de Zavala, Luis Redondo escribió el libro El Requeté: La tradicíon no muere (1957).