Luis Fernández Portocarrero

[2]​ Se ordenó sacerdote en fecha que no consta y fue nombrado cardenal en 1669.

Portocarrero tomó esta decisión de apoyar al candidato francés ya que creía que este era el único modo de salvaguardar la integridad territorial española aliándose con el hombre más poderoso en la Europa del siglo XVII, Luis XIV, el Rey Sol.

Esta guerra, conocida como la Guerra de Sucesión Española finalizó con el Tratado de Utrecht reconociendo a Felipe como legítimo rey de España, renunciando este a su vez al Milanesado, Nápoles, Cerdeña y a los Países Bajos españoles que pasarían a manos del archiduque Carlos, convertido en el emperador Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico tras la muerte de su padre, el emperador Leopoldo I y de su hermano mayor José I.

Portocarrero, al verse menospreciado tras la ayuda inestimable prestada al nuevo monarca, se rebeló contra él y comenzó a apoyar a las tropas del bando de los austracistas, con lo que Felipe V, ya en el poder, lo envió definitivamente desterrado a Toledo, donde murió en 1709.

Su cuerpo fue expuesto públicamente en la Catedral de Toledo, y sería depositado ahí en la Capilla de la Bienaventurada Virgen María, en su tumba fue puesta una inscripción que por deseo suyo que dice así: Sería el principio de una larga tutela francesa sobre la política y la economía hispánicas.