Leda Valladares profundizó la línea de registro y recuperación del canto ancestral andino, que el dúo también exploró en sus primeros álbumes.
Luego de cantar en cafés y boites, el dúo logró un contrato en el famoso cabaret Crazy Horse.
Ambos discos fueron muy bien recibidos en los círculos de artistas e intelectuales, como el Cuchi Leguizamón, Manuel J. Castilla, Victoria Ocampo, Atahualpa Yupanqui, María Herminia Avellaneda.
[2] En 1958 lanzaron su quinto álbum Canciones del tiempo de Maricastaña, donde las canciones del folklore español están presentadas con un título lúdico e informal que anticipa las nuevas tendencias que se incubaban en el dúo.
En 1958 María Herminia Avellaneda le había ofrecido a Walsh escribir guiones de televisión para programas infantiles, que fueron interpretados por actores muy conocidos como Pinky u Osvaldo Pacheco, con mucho éxito.
Esa experiencia la hizo madurar la posibilidad de crear un género similar a un "cabaret para chicos" o un "varieté infantil", que revolucionaría el mundo del espectáculo, el folklore y la música infantil.
[2] Inesperadamente, el espectáculo tuvo un enorme éxito, impulsando la preparación de un nuevo show para 1963.