Se trata de un concepto muy rico, amplio, versátil y ambivalente que implica una difícil categorización.
Etimológicamente, los investigadores refieren que la palabra juego procede de dos vocablos en latín: "iocum y ludus-ludere" ambos hacen referencia a broma, diversión, chiste, y se suelen usar indistintamente junto con la expresión actividad lúdica.
El juego tiene carácter universal, es decir, que las personas de todas las culturas han jugado siempre.
Los mamíferos juegan a cazar en grupo, definir jerarquías, explorar, dividirse el trabajo, entre otros.
La aparición del juego simbólico se presenta exclusivamente en los niños humanos, junto con el lenguaje —intrínsecamente simbólico—.
El juego también debe tomarse en cuenta como una parte importante de la sociedad, dado que nos instruye en conocimientos básicos y en habilidades físicas necesarias para sobrevivir a la edad adulta.
Creamos ambientes sociales y actitudes competitivas al jugar, logrando aprender conductas que nos ayudan a sobrevivir entre nuestra especie.
En resumen, si el juego logra reunir gente, ya es determinado como generador de cultura.
Tomando un ejemplo más común, muchos sistemas educativos a lo largo del mundo optan hoy en día por aplicar dinámicas más lúdicas dentro de las instituciones educativas, debido a la evolución de la tecnología y la sociedad.
Los juegos populares suelen tener pocas reglas y normalmente sencillas, y en ellos se utiliza todo tipo de materiales, sin que tengan que ser específicos del propio juego.
Están muy ligados a la historia, cultura y tradiciones de un país, un territorio o una nación.
Algunos ejemplos: la petanca, el chito, los bolos, la rana, etc. Entre estos, podríamos encontrar juegos que con el tiempo se han convertido en verdaderos deportes ligados a una región, y que solo se practican en ella, llegando a formar parte de las tradiciones culturales.
Los juegos infantiles exteriores se encuentran en parques o centros recreativos, estos juegos tienen la tarea de ser duraderos, divertidos, resistentes y sobre todo seguros debido al público al que van dirigidos, los cuales son niños menores de 10 años en su mayoría.
El principal objetivo de este juego es brindar la seguridad necesaria y la diversión deseada, es por eso que su diseño debe ser funcional, atractivo para los niños y sobre todo resistente pero no solo a los niños sino también a los factores naturales tales como lluvia, vientos, granizos donde su estructura tiene que mantenerse sin daños graves y sobre todo sin grietas por impactos o resequedad por su larga exposición al sol.
Los juegos infantiles se basan en gran parte en la suerte, como la Oca, en el que apenas se toman decisiones, mientras que el parchís (parqués en Colombia), es una mezcla de suerte y estrategia.
[8] Con la conexión a Internet han aparecido nuevos juegos; algunos necesitan un cliente mientras que otros requieren solamente un navegador.
[9] Con el avance del Internet y la computación, los videojuegos en línea se han hecho cada vez más populares siendo una referencia los juegos desarrollados en Adobe Flash.
Flash permite el desarrollo de videojuegos multiplataforma, siempre que esté soportado Flash, incluso son muchos los dispositivos móviles que lo han incorporado o lo harán en breve el soporte para esta tecnología.
En su origen el juego se desarrollaba entre un grupo de participantes que inventaban un guion con lápiz y papel.
Uno de los primeros juegos de rol en ser comercializados fue Dungeons & Dragons, cuyas traducciones oficiales en castellano siempre conservaron el título original en inglés, aunque los jugadores lo conozcan también por el título con el que se tradujo la serie animada derivada del juego (Dragones y Mazmorras en España y Calabozos y Dragones en América hispánica).
El universo del juego popular/tradicional es tan versátil que origina numerosos y distintos intentos de clasificación.
Estos criterios morfológicos, debido a las múltiples formas en que puede desarrollarse el juego, presentan excesivas categorías heterogéneas.
Por eso es preciso construir nuevas propuestas objetivas y rigurosas, edificadas sobre bases teóricas justificables.
En esta línea tan solo Pierre Parlebas propone en 1986 algunos criterios objetivos, aunque no se centran de forma específica en clasificar los juegos populares y tradicionales.
Él Juego proporciona nuevas formas de explorar la realidad y estrategias diferentes para trabajar sobre la misma.
Además los juegos permiten a los educandos desarrollar su imaginación, pensar en numerosas alternativas para un problema, descubrir diferentes modos y estilos de pensamiento, y favorecen el cambio de conducta además favorece el intercambio grupal.