Cosquillas

[1]​ También pueden producirse cuando se efectúa presión en dichas zonas, y especialmente cuando lo realiza otra persona con un vínculo afectivo.

Por ejemplo, las cosquillas en los pies estimulan los músculos de la pierna y del pie.

Prueba de ello es que difícilmente una persona se hace cosquillas a sí misma.

Con las piernas levantadas y los pies –descalzos– atados a otra silla, se le hacen cosquillas de manera suave, pero conforme pasa el tiempo se incrementa la presión hasta sofocar a la víctima y hacerla sufrir.

Para esta modalidad de tortura se pueden utilizar instrumentos tales como plumas, plumeros, cepillos, las propias manos o cualquier objeto de superficie aterciopelada o que simplemente provoque cosquillas.

Una niña hace cosquillas a su hermano pequeño.
Las plantas de los pies son la zona del cuerpo con más cosquillas. Las cosquillas en los pies son una sensación irritable, razón por la cual son los pies donde casi siempre cosquillean a la persona con mayor facilidad. [ 3 ]
Un niño riendo mientras se le hacen cosquillas.