Planta (pie)

Abarca desde el talón hasta la cara inferior de los dedos, y está opuesta al empeine.

Los animales que caminan apoyando completamente las plantas de los pies (incluyendo al ser humano) son denominados plantígrados.

Es por eso que muchos reflejos podales se estudian estimulando esta parte del pie.

Su alta sensibilidad hace que también sea muy susceptible al cosquilleo, y es una parte del cuerpo muy común para aplicar masajes, especialmente en reflexología.

Al igual que ocurre en las palmas de las manos, la de los pies es igualmente arrugada por el sistema nervioso central en un contacto necesario y suficiente con cualquier líquido, dado que por antropología es una adaptación ancestral que ayuda a intentar no resbalar al contacto con cualquier tipo superficie al estar ergido, caminando o corriendo, entre otras situaciones en las que necesitemos agarre anatómico de dicha parte.

Vista de las plantas de los pies de un varón adolescente con los arcos bien formados