Pie plano (también conocido como pes planus o arcos vencidos) es un término de uso común que refiere a una enfermedad caracterizada por el colapso del arco del pie, ocasionando que toda (o casi toda) la superficie de la planta tenga contacto con el suelo.
Se estima que un 20 % de la población mundial no presenta desarrollo del arco en un pie o en ambos pies.
Es importante mencionar que tener pies planos no implica una disminución en la velocidad de desplazamiento, ni tampoco afecta el reflejo plantar.
Además de la inspección visual, los padres deben prestar atención si un niño comienza a caminar en forma extraña, por ejemplo apoyado sobre los cantos exteriores de los pies, o que al correr se caen bastante porque chocan sus rodillas, cómo se comporta durante caminatas prolongadas, durante las cuales por lo general el niño manifiesta cansancio y dolor.
Este no es un caso de arco colapsado real, ya que el arco medial longitudinal todavía está presente y el mecanismo windlass aún se encuentra operativo; esta situación en realidad se origina en una pronación excesiva del pie hacia adentro, aunque el término 'pie plano' aún es aplicable ya que es un término de naturaleza genérica.