La progresiva urbanización e industrialización han eliminado este negocio, al quedar absorbido por tiendas y supermercados.
En Argentina, Uruguay y Paraguay, el término más común para una lechería es "tambo" (relacionado con los lugares de producción lechera).
De hecho, estás técnicas aun son practicadas ampliamente en pequeñas explotaciones por todo el mundo.
Con el progreso, en los países desarrollados los productores utilizan técnicas de última generación como la robótica o la biotecnología para aumentar su eficiencia.
Los medianos y pequeños productores por su parte combinan maneras tradicionales con otras modernas de acuerdo a sus capacidades económicas.
En los países en desarrollo, la práctica anterior de los agricultores que comercializaban la leche en sus propios vecindarios está cambiando rápidamente.
Avances notables incluyen una considerable inversión extranjera en la industria láctea y un papel cada vez mayor de las cooperativas lácteas.
[cita requerida] La industria láctea que procesa leche líquida y productos con una vida útil corta, tales como yogures, cremas y quesos blandos, tienden a estar ubicadas en la periferia de los centros urbanos cercanos a los mercados de consumo.
En países en desarrollo es común notar que la elaboración de estos productos lácteos son realizados en las mismas granjas lecheras.
Muchos países han requerido supervisión y regulaciones gubernamentales con respecto a la producción de lácteos, incluidos los requisitos para la pasteurización.
En los países donde las vacas pastan al aire libre durante todo el año, hay poca eliminación de desechos que tratar.
Dado que la recuperación de este efecto puede llevar tiempo, cualquier aplicación basada en tierra debe ser bien gestionada y considerada.