El monumento a Girón fue la última escultura de Laíz Campos.
[6] El léxico taurino bautizó con un nombre específico al movimiento clásico de grandes toreros al hacer sus quites ante el toro herido, usualmente con un lance delantero ejecutado con el capote.
[8] Ese mismo añose redactó la «constitución girondina» que, aunque no llegó a ser promulgada, pudiera haber sido inspiración en la mente del prócer venezolano Francisco de Miranda quien se hallaba en Francia en esos años.
Representando a César Girón, el torero tiene su estaquillador por la mano derecha, inclinado sobre su lado derecho con el pie izquierdo al frente, haciendo que su torso tenga que girar hacia la izquierda para citar al toro con su muleta.
El pase circular es una variación personalizada del "quite inverso", obligando al torero a inclinarse levemente para no quitarle la cara al toro, listo para hacer el giro por la espalda.