Juan Millares Carló

Juan Millares Carló integró –junto con escritores como Pedro Perdomo, Claudio y Josefina de la Torre, Agustín Millares Carló, Luis Benítez Inglott, Félix Delgado y Montiano Placeres– la llamada Generación de los Intelectuales, que cumplió un papel esencial en esa edad de oro que vivieron las letras canarias en las primeras décadas del siglo XX.

Josefina de la Torre, Luis Benítez y Saulo Torón se sumen en el silencio, en tanto que son también represaliados otros muchos escritores insulares, como Agustín Espinosa o Pedro García Cabrera.

Sobre Juan Millares, Vicente Aleixandre ponderó su “madurez que con acento a veces solemne, y siempre grave, nos toca pesarosamente el corazón”, y “su noble voz […] llena de esa gravedad que le da carácter”.

Juan y su hermano Agustín son desde la infancia compañeros inseparables, y a pesar de la distancia física que habría de imponerse entre ellos, esa estrecha relación se mantendrá durante toda su vida.

Fue padre de nueve hijos, entre los que se encuentran los artistas Manolo, Agustín, José María, Eduardo, Totoyo y Jane Millares Sall.

En 1919 participa, con una nutrida colección de caricaturas, en una exposición colectiva que se inaugura en noviembre en el Gabinete Literario, junto con pintores como Nicolás Massieu, Alberto Manrique, Tomás Gómez o Juan Carló, y que tuvo amplia repercusión.

Colabora además en años sucesivos con poemas, cuentos y artículos en diversas publicaciones periódicas, como La Crónica, La Jornada, La Voz o El País.

De inmediato se desplaza con toda su familia a Lanzarote; se hospeda en la fonda de Don Claudio, donde coincide con Agustín Espinosa, destacado escritor surrealista tinerfeño con el que entablará una sólida amistad.

que constan en el Archivo Histórico Nacional, “era dedicada a difundir versos de Rafael Alberti, obras de Picasso, José Bergamín, todos ellos exilados en el extranjero y colaboradores del movimiento Pro-Paz”.

José María Millares, como máximo responsable de la publicación, será torturado y procesado por esta causa; desde entonces la familia es sometida a permanente vigilancia y recibe la prohibición expresa de seguir publicando.

Ese mismo año comienza a publicarse la revista Millares, con la que colabora desde el primer número.

Sobre su tumba figuran algunos de sus últimos versos:La mano que estas líneas escribeen tiempo no lejano estará inerte.Cuando la hora final al fin arribe,lo que haya de quedar será más fuerte.Entre mar y cielo, Las Palmas, ed.

Jardín en sombras, Las Palmas, Tipografía Alzola (Cuadernos de Poesía y Crítica, n. IX), 1946.

Escenarios y cantares de la tierra canaria, Las Palmas, Imprenta España (Cuadernos Populares, n. 1), 1947.

Obras completas, 4 vols., Las Palmas, Dirección General del Libro y Cabildo Insular, 2007.

Los hermanos Juan y Agustín Millares Carló en su juventud, acompañados de Carlos Hernández Font
Retrato de Juan Millares
Millares en 1963, en el homenaje que le brinda el Neo Tea