Por desavenencias familiares regresó a París en 1945 donde residió en compañía de su hijo adoptivo, nunca se divorció y conservó el apellido del escritor alicantino hasta que éste murió.
[3][4] Posteriormente, Chabás mantuvo una relación sentimental con la cantante Lydia de Rivera.
Su militantismo de izquierdas y el exilio político propiciaron que su obra fuera relegada, sólo reconocida en su justo valor por críticos avezados.
El compromiso social influirá definitivamente su literatura y su crítica, centrada en métodos sociológicos, pero también atenta a la estilística, por lo que resulta especialmente interesante.
Sin duda, su mejor contribución a la crítica literaria española la realizó en medio de penurias y adversidades durante el exilio cubano: Literatura española contemporánea 1898-1950 (1952), reeditada por su mejor estudioso, el catedrático universitario Javier Pérez Bazo.