Dicho emplazamiento fue denominado Real de las Tres Palmas, por las palmeras que se alzaban en el lugar.
[3] No existen restos ni documentación de dicha fortificación debido a los incendios provocados por las invasiones de Drake y Van der Doez en el siglo XVI.
En su cercanía se distribuyeron los principales edificios públicos de la ciudad: La Catedral y Palacio Episcopal, el ayuntamiento, la Real Audiencia (1526), la diócesis de Canarias (la única en ese momento) y el Tribunal del Santo Oficio.
[4] Durante los siglos XVIII y XIX, se producen diferentes remodelaciones urbanas dentro del barrio Vegueta, especialmente las derivadas de las desamortizaciones decimonónicas, se derriban monasterios y se sustituyen por viviendas privadas e instituciones públicas como el Museo Canario, el colegio Viera y Clavijo o la Biblioteca Municipal.
[5] En el plano artístico, son de destacar las evocadoras acuarelas realizadas por el insigne pintor José Comas Quesada, plasmando los distintos rincones de este barrio histórico.