Este éxito le granjeó el ascenso a brigadier, otorgado por la Junta Central.Más tarde se colocó bajo las órdenes del mariscal de Campo don Francisco Ballesteros, hasta que por causa de una ofensiva francesa, tuvo que retirarse hasta Santoña, en donde recogió dos cañones, apresó a un oficial enemigo, hizo unos cincuenta prisioneros y alistó a varios mozos.Porlier aspiró siempre a transformar su unidad en una división bien instruida y disciplinada, por lo que perserveró en su entrenamiento.A partir del 25 de enero la división del general Bonet, que había emprendido una ofensiva desde Cantabria contando con unos 5.300 hombres, había logrado ocupar Llanes, Ribadesella e Infiesto.En febrero de ese año Porlier acudió desde Tarna a Infiesto.En ese lugar derrotó a un destacamento francés capturando muchos prisioneros y bagajes, cortando además las comunicaciones del enemigo con Cangas de Onís.Avanzó después con algunos infantes y jinetes a lo largo de la costa, situándose entre Avilés y Oviedo, donde contactó con el resto de las fuerzas españolas, a las que se iban incorporando soldados dispersos en combates anteriores.Sumaban en total unos 2300 combatientes cuyo mando efectivo lo ejercía por entonces el coronel Moscoso, que había llegado desde Galicia por orden del general Mahy.El día 10 Porlier efectuó una incursión hacia Oviedo al mando de 50 jinetes y 300 infantes.Entretanto, Moscoso solicitaba la ayuda de Mahy desde Galicia y del general don Juan José García, acantonado en el Bierzo.Aunque el mismo Porlier lo había puesto al corriente de esto, haciéndole saber además que se encontraba enfermo, Moscoso recelaba de su actitud, puesto que en esa fecha se mantenía en Oviedo pese a la necesidad de que sus tropas se enfrentasen al enemigo.Sin embargo, tras una serie de ofensivas y contraofensivas, los franceses ocuparon en abril la mayor parte del occidente asturiano, apoyadas desde el 26 por las tropas que habían conquistado Astorga para los imperiales.En el puerto se apoderó de 50 embarcaciones y destruyó algunos cañones.Aprovechó la oportunidad para proveer de armas a los paisanos, con las que pudiesen oponerse al invasor.Así mismo, procedieron a convoyar cinco quechemarines y un buque mercante estadounidense que había sido apresados durante la expedición.Sus tropas batieron a los pequeños destacamentos que el general Avril había enviado contra ellos desde Bilbao.La guarnición francesa, que constaba de 700 hombres, pudo retirarse sin problemas a Oviedo, en donde se hallaba Bonet.Porlier y Renovales se vieron pronto amenazados por este, que al mando de 2500 soldados contraatacó inmediatamente.Renovales se reembarcó en la noche del 19 y Porlier regresó al interior de la provincia.A comienzos de 1811 Porlier fue designado como jefe de la vanguardia del nuevo 7.º Ejército, el cual debía organizarse en Potes bajo las órdenes del general Gabriel Mendizábal.En ese mismo mes los franceses abandonaron Reinosa, punto clave en las comunicaciones de estas tropas con Madrid y Palencia.Por este motivo, su presencia en la plaza había sido hostigada reiteradamente por Porlier y Campillo, lo cual los obligó a protegerla con numerosos efectivos.Entre tanto, las tropas reunidas en Santiago por el arzobispo Rafael de Múzquiz y Aldunate y el general Pesci avanzaron hasta Sigüeiro bajo las órdenes del general don José Javier de Imaz y Altolaguirre, a la sazón comandante militar de aquella plaza.Los sargentos mandados por Antonio Chacón logran tomarlo prisionero junto con sus oficiales.Tras la ejecución se llevó a cabo un proceso contra los participantes militares en el levantamiento.
Monumento erigido a Juan Díaz Porlier en La Coruña, en el lugar de su ejecución.
Fusilamiento del general Lacy, medallones de Lacy y Porlier. Ilustración de
La segunda casaca
de
Benito Pérez Galdós
(1884).