Esta unidad perteneció al VII Ejército y tuvo una corta pero intensa vida llena de acciones señaladas, siendo el núcleo más movido e incisivo de la División Cántabra.
Este oficial de caballería que combatió en la Guerra del Rosellón (1793-1795) a las órdenes del general Ricardos, siendo capitán antes de que, en 1807, partiera de España rumbo a Dinamarca con el ejército de la Romana para ser destinado en Hamburgo, Hannover, Dinamarca y finalmente regresar a España en 1808, donde permanece en Santander y recibe un ascenso a teniente coronel, firmado por La Romana.
Se pretendía que con el empleo de teniente coronel llevase a cabo la creación de una unidad de caballería en las montañas cantábricas que dificultase al máximo la progresión del flanco derecho del despliegue francés y contribuyese a dar seguridad a los puertos en los que se pretendía recibir ayuda inglesa.
Los húsares actuaban con perfecta disciplina, equipados con sables, pistolas y tercerolas.
Participan en la batalla de Vitoria y se destacan en San Sebastián rechazando en tromba un ataque francés, por lo que Wellington los califica como "a la altura de los mejores soldados del mundo".