[2] Situado a 43 km al norte de Burgos capital, con 88 km² de término municipal y 211 habitantes en la localidad y 287 en el conjunto del municipio (2019).El río Homino[3] surca sus tierras a unos dos kilómetros de distancia.Existen restos arqueológicos que aseguran presencia humana en el páramo desde el Neolítico, como las estructuras megalíticas de Altotero, Poza I y Túmulo del Hoyo.A la caída del Antiguo Régimen queda constituida como ayuntamiento constitucional del mismo nombre en el partido de Briviesca, región de Castilla la Vieja, que contaba entonces con 2006 habitantes.Asentadas en mampuesto con pisos realizados en entramados de madera y yeso.A tal punto llegaba su importancia que se utilizaba como forma de pago ya desde época romana, siendo este el origen del término salario.La producción de la sal en Poza se realiza conduciendo el agua de los manantiales por una red de acueductos hasta unas plataformas horizontales construidas en madera y piedra (gracias al desnivel del terreno) denominadas granjas y en las que el agua se reparte en parcelas rectangulares o eras.La evaporación del agua deja lista la sal para su recolección en unos depósitos protegidos de la lluvia o terrazos.La última era se cerró en 1974, momento en el que la extracción de sal fue abandonada definitivamente en Poza.En 2001, las salinas fueron declaradas «Bien de Interés Cultural» y se emprendió su recuperación para uso turístico.[7] Con este nuevo castillo y sus murallas, la villa de Poza quedaba completamente protegida.
Arco de entrada al pueblo
Arquitectura popular en piedra, madera y yeso
Plaza Mayor
Acueductos
Demostración de producción de sal en las salinas
Recreación del Real Almacén de Sal de la Magdalena. Poza de la Sal.
Estructura interior con el almacén lleno de sal a finales de verano. La sal era depositada por bestias de carga que accedían por la pasarela trasera del edificio ( con capacidad para 125.000 fanegas (6.937.500 kg.) Así aprovechaban la altura de la misma para hacer un volcado más cómodo, desde el fondo de edificio hacia la parte delantera. Las carretas que necesitaban cargar cantidades de sal mayores, rumbo a ciudades y pueblos grandes, accedían por los portones delanteros del edificio, principalmente por el central para llegar a un patio interior, desprovisto de pilares de madera, que permitía maniobrar mejor y cargar la sal directamente a resguardo de las inclemencias del tiempo. El edificio contaba con dependencias para el personal que lo atendía: el Guardalmacén, los Llenadores, el Pesador, los mozos de faena y los Dependientes o carabineros, encargados de la vigilancia. Seguramente dispuso de cuadras y catres de sobra por si el tiempo se complicaba ( por una tormenta fuerte, nevada o cualquier otro contratiempo) y algún carretero precisaba hacer noche allí antes de iniciar su viaje.