A pesar de ello, ambos magnates no se sublevaron contra el rey.
[4] Los partidarios y vasallos del infante Juan, temiendo al rey, se aprestaron a defenderle, entre ellos Sancho de Castilla el de la Paz, primo del rey y Juan Alfonso de Haro.
Alcanzado un acuerdo, que incomodó a la reina Constanza de Portugal, esposa de Fernando IV, y a Juan Núñez de Lara, el rey se entrevistó con el infante Juan en Grijota.
En 1334 se inició una rebelión general contra Alfonso XI, encabezada por numerosos magnates del reino, entre los que se encontraba Juan Alfonso de Haro.
[6] Cuando el rey tuvo conocimiento de esto, partió hacia Logroño, yendo después a Agoncillo, donde se encontraba Juan Alfonso de Haro.