Violante Sánchez de Castilla

[6]​ Durante su infancia se crio en la corte castellana, y María de Molina, que contrajo matrimonio con su padre en 1282, fue su madrina de bautismo.

[25]​ Y este último también reconoció en el documento donde se consignó el homenaje que tenía esos bienes en nombre de ella, que le habían sido entregados a la misma por su padre, Sancho IV, y junto con otras disposiciones menores afirmaba que el homenaje por esos bienes había sido realizado en presencia de muchos caballeros.

[33]​ Y el historiador Charles García señaló que el hecho de que Violante Sánchez prefiriera profesar como religiosa en la Orden de Santiago y no en una orden mendicante pudo ser debido a su interés por conseguir poder político, económico y social merced a la tenencia de alguna de las encomiendas de esa Orden, y también posiblemente por la flexibilidad de la institución, ya que las religiosas no estaban obligadas a vivir enclaustradas.

[46]​ Y al hacerlo alegó desconocer que todo ello atentaba, a pesar de las disposiciones del pontífice, «contra la constituçion e estableçimiento e ordenamiento» de la Orden de Santiago, es decir, contra sus reglas y constituciones.

[48]​[49]​[e]​ Y un año después, el día 27 de diciembre de 1327,[45]​ Violante Sánchez entregó a la Orden de Santiago y a su maestre Vasco Rodríguez de Coronado[f]​ todos los bienes y derechos que poseía, entre los que se incluían los señoríos y castillos de Ucero y Villamartín de Valdeorras, numerosos cotos en Galicia, sus tierras en Burgos, las que heredó de su madre en Soria y Valladolid,[50]​ y todas sus restantes posesiones en los reinos de Castilla, León y Portugal, disponiendo además que todos esos bienes podrían ser entregados, vendidos, empeñados, cambiados o enajenados por dicha Orden,[51]​ ya que para ser admitida en ella le era necesario renunciar a todos sus bienes personales.

[29]​ Y el día 27 de diciembre de 1327 Violante Sánchez también otorgó al maestre de Santiago y a sus sucesores al frente de la Orden una «carta de personería» o poder general para que pudieran representarla en cualquier acto jurídico, en los juicios eclesiásticos o seculares, y también para que pudieran pleitear por ella o en su nombre y defenderla, junto con otras disposiciones menores sobre esa autorización general, en la que mandó estampar su sello.

[52]​ El día 24 de enero de 1330 Violante Sánchez otorgó testamento, y en él disponía todo lo relativo para que sus albaceas abonasen sus deudas y cobrasen otras, legaba diversas cantidades y otros bienes y enseres a numerosas personas, y solicitaba al maestre de Santiago que permitiera que su cadáver recibiera sepultura en el monasterio de San Francisco de Toro, al que legó diversos bienes y objetos y a cuyos frailes destinó una suma de doscientos maravedís para una «pitanza».

[g]​ Y el historiador Charles García también destacó el hecho de que no encargara que se dijeran misas por su alma, lo que contrastaba, por ejemplo, con lo dispuesto por su madrastra, la reina María de Molina,[53]​ que había encargado en su testamento 10 000 misas cantadas por la suya,[54]​ y subrayó que el testamento de Violante Sánchez permite conocer sus pensamientos íntimos, sus relaciones sociales, y el funcionamiento del mundo de la alta nobleza castellana en la época de Sancho IV y de su nieto Alfonso XI, que reinaba en aquellos momentos en Castilla.

[55]​ Al principio del testamento Violante Sánchez declaraba que estaba «en mio sano seso e en mía sana memoria»,[56]​ lo cual era un requisito indispensable para poder testar, y encomendaba su alma a Jesucristo, a la Virgen María, a Santa María Magdalena y al apóstol Santiago,[57]​ al tiempo que disponía lo siguiente sobre su sepultura:[58]​ En su testamento, Violante Sánchez entregó nuevamente todos sus bienes a la Orden de Santiago, solicitó a su maestre que hiciera cumplir sus últimas voluntades, anuló todos los testamentos o codicilos que hubiera otorgado hasta entonces,[58]​ y mencionó la herencia que había recibido de sus padres, aunque no los bienes que había recibido de su esposo, Fernando Rodríguez de Castro, lo que llevó al historiador Charles García a señalar que el hijo mayor de Violante, Pedro Fernández de Castro, no intentó impedir que los bienes de su familia fueran a parar a manos de la Orden de Santiago.

Retrato imaginario de Sancho IV de Castilla, por José María Rodríguez de Losada . ( Ayuntamiento de León ).
Exterior de la iglesia de Sancti Spiritus de Salamanca.
Emblema de la Orden de Santiago .
Vista de la ciudad de Toro y de su colegiata . ( Provincia de Zamora ).