Su origen al igual que muchos jesuitas de le época lo tiene en una ilustre familia.
Este poema está escrito en décimas y dividida en tres partes.
Además se vería involucrado en la batalla por Gibraltar años antes, desde el 1779 hasta un año después de Menorca en 1783.
Además también muestra la lealtad al rey a pesar de los pesares sufridos por la orden.
Este último afirmó que su obra no carece de mérito aunque el tema tiende a lo artificioso, con abundante simbología y una fuerte presencia de la mitología clásica.
Con estas ponderaciones Orozco quedó tanto en su país natal como en las letras hispanoamericanas consagrado como el gran poeta épico de la literatura virreinal del siglo XVIII.