José María Correa

Tras la derrota insurgente, acompañó a la Junta en su retirada hasta Tlalchapa.Posteriormente, con tan sólo dieciséis hombres, regresó a Nopala para reunir más gente y fundir cañones.Al solicitar su indulto, el corregidor de Toluca, Nicolás Gutiérrez lo envió ante la presencia del obispo e inquisidor Antonio Bergosa y Jordán, quien decidió recluirlo en La Profesa.Dejó cartas para los inquisidores y se unió a las filas de José María Morelos en Chilpancingo.Poco antes de que Morelos fuese capturado, se trasladó a Veracruz con Juan Nepomuceno Rosains, quien lo nombró su segundo.Cuando el movimiento insurgente parecía haber llegado a su fin, con el apoyo del obispo de Puebla, Joaquín Pérez, y del arzobispo de México, Pedro José Fonte, fue enviado como cura interino a Real del Monte.Apoyó en gran medida a Vicente Guerrero con dinero y víveres.