Jean-Pierre Richard
Pero este amateurismo no le impedirá trazar con coherencia su propio camino.[1] Componente de la Nouvelle critique, cercano a la escuela de crítica literaria de Ginebra, la denominada Escuela de Ginebra[3] (con críticos como Georges Poulet, Marcel Raymond, Albert Béguin, Jean Rousset o Jean Starobinski, fallecido unos días antes que él), reconocía su deuda con Gaston Bachelard al elaborar una crítica temática sutil, basada en el concepto de paisaje interior con ideas relacionadas con el sueño y la psicología del escritor, que consideraba la búsqueda continua de la felicidad no sólo narrativa y figurativamente.En su primer libro, donde estudió a Stendhal, Flaubert, Fromentin y los hermanos Goncourt, analizó las percepciones y sensaciones del mundo material de estos autores, sacando a la luz la importancia del universo material y lo que contribuyó a su creación.Dedicó un capítulo a Paul Verlaine, titulado Fadeur de Verlaine donde evoca la forma en que el poeta debilita las sensaciones y conserva sólo huellas, impresiones, hasta poner entre paréntesis lo real.Otra obra importante la centró en Marcel Proust, Proust et le Monde sensible (1974) destacando los campos esenciales de la investidura emocional y el deseo que pasa por su materia (o euforia de la consistencia), sentido (u objeto hermenéutico) y forma.