Comenzó sus estudios en la Universidad de Quito (hoy Universidad Central del Ecuador) en derecho hasta que partió a Europa a estudiar idiomas, indispensables para continuar con la labor científica y académica que sería su pasión durante toda su vida.
A través de sus estudios estratigráficos, definió la primera secuencia cultural del Ecuador precolombino.
Contribuyó a definir mejor las culturas: Imbabura, Manteño-Huancavilca e Inca.
Colaboró además con el antropólogo Paul Rivet quien llegó a Ecuador junto a la Segunda Misión Geodésica Francesa y después desarrollaría su teoría oceánica de la población del continente americano.
Además, también complementó sus estudios arqueológicos con sus investigaciones históricas, siguiendo a su maestro, y publicó una vasta obra histórica que incluye títulos como "Disertación acerca del establecimiento del Colegio de San Fernando" y su brillante aporte sobre la "Influencia de Quito en la emancipación del Continente Americano".
Esto es importante ya que en la obra de Velasco, no solo se guía por investigaciones historiográficas sino también por testimonios orales y leyendas populares.
Si bien el argumento de Alvarado es válido en algunas aseveraciones al final del debate, se terminó dando la razón a Caamaño y ahora se valora la obra de Velasco por su importancia patriótica antes que histórica.
De esta forma logró crear la primera sociedad interprofesional y católica.
[1] Además de esto, también diseñó una estrategia política para luchar contra los gobiernos liberales.
La hacienda quedaba cerca de Ibarra, al norte del país, lo que le permitió huir hacia Colombia intentando cruzar la frontera.
Desde el concertaje, las castas, las clases sociales, la tierra, la religión, la cultura, la economía y la caída del imperio español.
En su interior lo decoró con cuadros de Joaquín Pinto y Camilo Egas.
Asimismo, su colección arqueológica ahora forma parte del museo que lleva su nombre donde se puede ver la riqueza del patrimonio cultural que logró acumular durante sus investigaciones.