Terapia intravenosa

es el proceso de perfundir[1]​ sustancias líquidas directamente en una vena a través de una aguja o tubo (catéter) que se inserta en la vena, permitiendo el acceso inmediato al torrente sanguíneo para suministrar líquidos y medicamentos.

Comparada con otras vías de administración, la vía intravenosa es el medio más rápido para transportar soluciones (líquidos) y fármacos por el cuerpo.

Algunos fármacos, al igual que las transfusiones de sangre y las inyecciones letales, solo pueden darse por esta vía.

En el siglo XVII se describió la inyección intravenosa nuevo procedimiento para la administración de fármacos.

Las primeras inyecciones de sustancias por esta vía, realizadas con fines experimentales y no terapéuticos, se deben a Christopher Wren (1632-1723), el célebre arquitecto, que inyectó en 1656 vino y cerveza en las venas de un perro.

La introducción de la inyección endovenosa en el ser humano y su posterior aplicación a la terapéutica se debe fundamentalmente a médicos alemanes como Johann Daniel Major (1634-1693), quien llamó la atención sobre el método en su Chirurgia Infusoria de 1664; y Johann Sigismund Elsholtz (1623-1688), que en su Clysmatica Nova de 1667 (aunque aparecida dos años antes en alemán) dio a conocer sus experimentos en cadáveres y en seres vivos.

Con estos trabajos la nueva técnica demostró su eficacia y se difundió rápidamente.

No obstante, quien verdaderamente popularizó el método fue el médico francés Charles Gabriel Pravaz (1791-1855), quien diseñó una jeringa, precursora de las actuales.

En cuanto la nutrición parenteral, cuando Rudolf Kraus y Artur Biedl marcaron un hito en 1896, cuando administraron por primera vez glucosa a un hombre.

Este problema solo podía ser resuelto si se lograba aumentar el volumen o la concentración de la infusión.

Sin embargo, esto no era viable ya que las venas utilizadas eran de pequeño calibre.

El procedimiento más directo es la administración del medicamento como bolo, ya sea solo o diluido (normalmente en una jeringa de 10 ml, con la sustancia a inyectar y solución fisiológica).

Es la forma de tratamiento empleada ante determinadas situaciones clínicas como crisis asmática y cólico nefrítico, o bien para preparar la derivación hospitalaria en condiciones adecuadas.

Así, nos encontraremos con vías arteriales y venosas, de acceso central o periférico.

La composición del catéter utilizado debe ser lo más biocompatible posible para evitar complicaciones en el paciente (existen en el mercado multitud de polímeros diferentes con este fin).

La canalización central se refiere a aquel catéter que conecta directamente con la aurícula derecha del corazón.

La canalización de estos catéteres se lleva a cabo bajo condiciones de estricta asepsia y por personal entrenado y cualificado, puesto que una técnica incorrecta podría llevar a complicaciones que pusieran en riesgo la vida del paciente (neumotórax, hemotórax, perforación pulmonar, etc.).

Se clasifican según: La canalización periférica se lleva a cabo en aquellas venas superficiales que pueden soportar con facilidad la administración de sueros y fármacos iso-osmolares (de una concentración similar a la sanguínea).

La zona de punción debe estar perfectamente limpia, utilizando un antiséptico local como el alcohol 70°, povidona yodada (Betadine ®) o clorhexidina (Hibiscrub ®).

Es imprescindible una buena elección del sitio donde se va a insertar el catéter, ya que de ello supone aumentar o disminuir los riesgos de complicaciones derivadas (flebitis, infección, extravasación, etc.).

Puntos a tener en cuenta, es que todo el sistema de perfusión, incluido el catéter deben cambiarse cada 72 horas.

Las complicaciones relacionadas con los factores de riesgo aquí descritos pueden ser evitadas mediante el seguimiento de las recomendaciones que a continuación se describen: Se entiende como la irritación del endotelio vascular causada por fluidos y/o medicamentos.

Es la inflamación e infección del tracto venosos relacionada con la introducción de agentes infecciosos.

Preferentemente seleccionar venas que no estén en puntos de flexión y extensión.

Acceso a una vena de la mano izquierda por una enfermera previo a instalación de una terapia intravenosa.
Bajante de suero (aún sin usar); implemento para goteo intravenoso.
Christopher Wren.
Jeringa.
Jeringa.