Ignaz Semmelweis demostró que lavarse las manos antes del parto reduce la fiebre puerperal.
[4] Pero William Halsted fue pionero en todo, desde uniformes de quirófano hasta guantes.
Esto ayudó a prevenir la introducción de infecciones en heridas abiertas.
Además, Halsted esterilizaba el sitio de la operación con alcohol, yodo y otros desinfectantes y usaba cortinas para cubrir todas las áreas excepto la quirúrgica.
Estos guantes se convirtieron en parte del estándar de cirugía aséptica cuando el Dr. Joseph Colt Bloodgood y varios otros comenzaron a usarlos para ese propósito en particular.