Inyección letal

[1]​ La inyección letal también es usada para la aplicación de la eutanasia en los países que tienen legalizada dicha práctica (Países Bajos, Bélgica, Colombia, España, Luxemburgo, Nueva Zelanda y Canadá), si bien para este uso se prescinde del cloruro de potasio y se administran en secuencia una benzodiacepina (midazolam) para disminuir el nivel de conciencia antes de inducir el coma, un anestésico local (lidocaína) para evitar el dolor que causan los medicamentos inductores del coma, un hipnótico (propofol o tiopental) para poner al paciente en un estado de coma profundo y finalmente se administra un bloqueante neuromuscular (rocuronio, vecuronio, atracurio o cisatracurio) que provoca una parada respiratoria y el paciente muere por asfixia.

Llamados relajantes musculares, provocan un desfase entre el impulso neuroeléctrico y el músculo estriado, lo que impide su contracción, derivando en parálisis generalizada, incluida la de los músculos respiratorios, con lo que se detiene la respiración, con la consiguiente asfixia.

Esta combinación se utiliza en los estados de Nevada y Nebraska.

El gobernador del estado, Ted Strickland, decidió suspender la ejecución y posponerla una semana después de que el condenado hubiera recibido 18 pinchazos en diversas partes del cuerpo.

Según los médicos que le trataron de su enfermedad, las venas estaban tan deterioradas que podrían haber reventado en plena ejecución, causándole al reo un sufrimiento añadido.

Sala de ejecución por inyección letal de la Prisión Estatal de San Quentin ubicada en California , Estados Unidos. 2010.