Invasiones japonesas de Corea (1592-1598)

[15]​ Este acontecimiento fue el primero en Asia en involucrar ejércitos con un número elevado de soldados portando armas modernas[16]​ y representó un severo daño para Corea.[18]​ Otra pérdida importante tuvo lugar en el aspecto histórico y cultural, ya que muchos registros fueron quemados junto con varios palacios imperiales en Seúl.Por esta razón buscó legitimar su gobierno a través del poder militar y al mismo tiempo disminuir la dependencia hacia el emperador de Japón.[27]​ La derrota del clan Hōjō tardío en 1590[30]​ llevó finalmente al país a una segunda etapa de «pacificación»,[31]​ por lo que Hideyoshi comenzó los preparativos para la siguiente batalla.[45]​ En la carta, Hideyoshi comunicó formalmente su intención de que Corea se sometiera a Japón y lo apoyara en su guerra contra China.[48]​ En una tercera misión diplomática, los enviados del rey Seonjo reprendieron a Hideyoshi por atentar contra el sistema tributario chino.Hideyoshi respondió con una carta fuerte e irrespetuosa, la cual fue ignorada en Corea debido a que no había sido entregada en persona, según sus costumbres.[62]​ Este último se dirigió hacia Myongyong, situado estratégicamente en el pasaje Choryong para juntar sus tropas, pero tuvo que viajar hasta la ciudad de Daegu para reunir a todo su ejército.Ante la nueva negativa, decidieron dirigirse parcialmente hacia la fortaleza de Paju para intentar que las tropas coreanas tomaran la iniciativa del combate, abandonaran sus posiciones fortificadas y atravesaran el río.[74]​ Ante tal situación, el General Kim Muong-won decidió replegarse hacia la fortaleza de Kaesong, seguido por la primera y la segunda división.No obstante, ambos declinaron la oferta, especialmente los Joseon, quienes aseguraron que sería una desgracia para ellos aceptar ayuda de los «bárbaros del norte».[98]​ La batalla supuso otra victoria para el Reino de Corea, habíendo hundido 20 barcos y capturado uno sin haber perdido ninguno.Temiendo que las tropas japonesas tomaran posteriores represalias contra la población local, el almirante Yi ordenó un cese al fuego y se retiró.[108]​ Durante la primera invasión, la provincia de Jeolla fue la única en todo el país en donde no se llevaron a cabo conflictos bélicos.[109]​ Ankokuji Ekei, un antiguo monje budista que había logrado ascender hasta el puesto de general debido a su mediación entre Mōri Terumoto y Toyotomi Hideyoshi, comandaba algunas tropas de la sexta división y se dirigía hacia Uiryong, por lo que se veía obligado a cruzar el río Nam.Al momento en que las tropas japonesas intentaron pasar, los reclutas de Gwak los emboscaron, causando grandes bajas en el bando enemigo.Go decidió regresar a su territorio[110]​ y, después de unir fuerzas con el general Gwak Yong, lideró sus hombres hacia Geumsan.Debido a esto, los comandantes japoneses Ukita Hideie y Hosokawa Tadaoki decidieron atacarlo, sabiendo que si lograban controlarlo, el castillo resultaría un punto estratégico para continuar la conquista de la provincia.Después de la sorpresa inicial, las tropas japonesas se sobrepusieron y causaron grandes bajas en el ejército chino, que debió emprender la huida.La tarea no fue fácil porque el monte estaba defendido por 1.000 tropas japonesas lideradas por Matsura Shigenobu, quienes repelieron los ataques infligiendo elevadas bajas al bando coreano durante dos días.Esta batalla previa al sitio supuso una victoria pírrica, ya que los sino-coreanos sufrieron 6.000 bajas frente a las 900 de los japoneses.Sin embargo, en esta ocasión, la intención de invadir China fue desechada totalmente y los esfuerzos se enfocaron en conquistar solamente Corea.[162]​ Aunque la segunda invasión fue principalmente defensiva y con Gyeongsang como escenario, las tropas japonesas planearon ocupar Jeonju, la capital de la provincia.Aun con esta victoria, las tropas japonesas no pudieron obtener el control de la provincia y fueron nuevamente forzados a asumir una postura defensiva.Sin una planificación o preparación anterior, Won Gyun y su flota salieron con rumbo a Busán según las indicaciones del espía Yojiro.Nuevamente, cuando parecía que los defensores caerían ante el enemigo debido a la falta de provisiones y comida, más refuerzos arribaron al castillo.Las diferencias geopolíticas de estos países contribuyeron a que los japoneses tuvieran gran éxito en los combates en tierra y los coreanos en alta mar.[230]​ Durante la primera invasión, el gobierno coreano contó con 84 500 tropas regulares, a los cuales se les unieron 22 000 voluntarios irregulares.[238]​ Tanto en Corea como en China se habían utilizado con anterioridad armas de fuego similares a los arcabuces portugueses, pero en modelos más antiguos.[254]​ Esta ocupación parcial y temporal del territorio coreano, aunque basado en la mitología japonesa, se utilizó para argumentar que Corea había sido siempre parte de Japón.
Retrato de Toyotomi Hideyoshi , dibujado en 1598.
Vestimenta utilizada en Corea durante el reinado de la dinastía Joseon .
"Dongnaebu Sunjeoldo", pintura coreana de 1760 que representa la batalla de Dongnae.
Arcabuz japonés de la era Edo.
El Namdaemun es una puerta monumental histórica ubicada en el centro de Seúl . Katō Kiyomasa entró a la ciudad por esta puerta. [ 70 ]
Representación de Kuroda Nagamasa , una de las principales figuras durante el conflicto bélico.
Mapa de la península de Corea que muestra los principales escenarios de los enfrentamientos terrestres que se llevaron a cabo durante la primera fase de la invasión japonesa.
Ejemplo de los cañones Joseon utilizados por la flota coreana.
Réplica de un « Barco Tortuga » exhibido en el Memorial de guerra, en Seúl .
Formación «Alas de Grulla» utilizada por el almirante Yi durante la batalla de Hansando.
El castillo Jinju fue asediado en dos ocasiones durante el conflicto: el primer asedio ocurrió en 1592 con una victoria coreana y el segundo asedio ocurrió en 1593 con una victoria japonesa.
El hwacha fue desarrollado por los coreanos y podía lanzar hasta 200 flechas en un solo disparo.
Debido a que el resto de los palacios imperiales fueron incendiados, el Palacio Deoksugung se convirtió en la residencia oficial del rey coreano.
Aunque se requerían fortificaciones resistentes como el Fortaleza de Hwasong , la corrupción interna en Corea evitó que éstas pudieran construirse.
Durante las operaciones navales del Almirante Yi eran raros los enfrentamientos cercanos.
Soldados chinos y coreanos durante el asalto a la fortaleza de Ulsan, controlada por tropas japonesas.
El shōgun Tokugawa Ieyasu formalizó la paz con el gobierno coreano.
En Yeosu se encontraba el principal centro de operaciones del almirante Yi. Vista actual del lugar.
La porcelana y la alfarería coreana eran muy apreciadas en Japón. Muchos alfareros fueron llevados contra su voluntad a aquel país.
Monumento que marca la ubicación del Mimizuka o «túmulo de orejas» en Kioto , Japón .
Vestimenta típica de un arquero coreano en la época de la dinastía Joseon.
Corea contaba con algunos castillos en las montañas, como este. Sin embargo, existían otras fortificaciones con pobres estructuras y defensas.
Ballesta coreana de la dinastía Joseon.
Gran flecha de madera con punta de acero. Estas eran disparadas desde los cañones coreanos.
Bosquejo antiguo de un panokseon.
La emperatriz consorte Jingū llega a Corea. Pintura de 1880.